miércoles, 27 de enero de 2016

Muerte



Muerte 

Muerte que no  abandonas a la vida
a quien rondas sigilosa y acechante,
perpetuándote en destiempo y olvidando el recuerdo
abrigando el anhelo, de ser existencia inminente en la nada.
Por qué te cobijas o te escondes debajo de esta piel agonizante,
agazapada en la dilación de lo secreto;
por qué te perpetuas en la esperanza del renacer  
y convertirte en dueña de mi postrera.
Muerte, altiva y sentenciosa
acaso no te das cuenta de mi espera,
del deseo de reconocerte
silenciosa , eterna e inconmensurable
para hacerte mía y hacerme tuya
para entonces, sosegar al fin mi alma
que aunque no quiera, te aguarda.

Liliana Robles

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